¿Para que lado se enroscan y para que lado se desenroscan los tornillos? ¿La ranura de la llave va para arriba o para abajo? ¿Para qué lado se debe abrir una puerta, hacia adentro o hacia afuera? ¿Cual es la fría y cual la caliente? ¿La de la derecha es la fría? ¿Qué derecha? ¿Tu derecha o mi derecha?
Obviamente estas son preguntas que no se hizo jamás el tipo que nos alquiló la casa, o el que la refaccionó, quien sabe, pero quien sea que lo haya hecho es un fenómeno. La casa que alquilamos está llena de desperfectos, los observas desde que entras, cuando metés la llave y te encontrás con que la cerradura está al revés, con la ranura para arriba.
La puerta de la cocina es otro fenómeno, como quien la colocó y no exagero, se abre hacia afuera y no hacia adentro como todas las demás puertas, también está al revés. Cada vez que voy apurado en vez de tirar, empujo, como es costumbre. La puerta no se inmuta por supuesto, y por la urgencia y el envión termino llevándomela puesta. Me ha pasado varias veces en estos días.
La casa tiene varios detalles que hemos dejado pasar. Al fin y al cabo son solo detalles insignificantes. Algún día podremos irnos a algún lugar mejor, pero por ahora es lo mejor que pudimos pagar, y, a pesar de todo, es una casa amplia y muy bien ubicada. Pero lo mas importante es que tiene patio, hace rato lo buscábamos para que nuestra hija Malena pueda salir a jugar. Pero más allá de todo tengo que decir que el tipo éste tiene las coordenadas invertidas. Hoy descubrí un detalle más, uno que colmó mi paciencia, y de verdad me hirvió el culo.
Pedí el día libre en el trabajo para terminar con la mudanza y con algunos arreglos que nos quedan para poder establecernos definitivamente. Mariana si fue a trabajar y por una decisión de ella que aun no comprendo Malena no fue al jardín, se quedó en casa conmigo.
Después de darle la primera mano de pintura a la pared verde loro de la cocina, único detalle de pintura de la casa que queremos cambiar, me tomé unos mates. Eso me llevó indefectiblemente a estrenar el baño. Dejé la puerta abierta, para ver a Malena que jugaba en el suelo con un balde y un rodillo. Que capacidad que tienen los chicos para entretenerse con cualquier cosa, pensaba. Male daba vuelta el tacho, lo golpeaba como a un tambor. Me senté en el bidé y abrí el agua.
Pasó aproximadamente un segundo hasta que pude percatarme de que el agua había salido hirviendo, y para esto el chorro caliente ya había hecho un estofado con mi recto. -¡Me cago en la puta! Grité y pegué el salto hacia alguna otra parte. Después me sujeté bien fuerte el esfínter tratando de mitigar el dolor punzante y estiré la otra mano para cerrar la llave, pero me volví a quemar.
Imaginen la situación, Malena mirando a su padre con los pantalones por el suelo, sujetándose el culo y gritándole al techo una tremenda puteada. Y el bidé que seguía tirando agua caliente como una fuente, mojando la pared y todo el suelo. La miré, volví a mirar el bidé, agarré una toalla, me cubrí, me zambullí bajo la lluvia hirviente con la toalla como caparazón y cerré la llave.
Tragué un poco de agua, pero me sentí satisfecho. Volví a mirar a Male que me miraba sorprendida, todavía no podía comprender que era lo que había pasado. Me sentí ridículo después, miré el desastre y la miré a Malena. –Me quemé. Le dije y se rió.
Insisto, el que hizo esto es un anárquico en lo que refiere a estas normas universales del uso de las cosas. Cualquiera sabe que la fría va a la derecha, la caliente a la izquierda, basta con ponerse a pensar un poquito. La situación fue el colmo de lo sanguinario. Espero no encontrarme con muchos detalles mas como estos.
En fin, tuve que terminar de limpiarme el traste y después limpiar el chiquero, pero Male me ayudó. Ella se siente feliz acá, canta en las piezas vacías, descubre objetos nuevos, vecinos nuevos y sale al patio a andar en triciclo. Y Mariana y yo somos felices con ella.